martes, 5 de enero de 2010

Globalización permitió a etnias configurar nuevas identidades y reivindicar su cultura



Jaime García Leyva, doctorante en Antropología

Social y Cultural por la Universidad Autónoma de Barcelona.

Dijo Jaime García Leyva, doctorante de la Autónoma de Barcelona
Globalización permitió a etnias configurar nuevas identidades y reivindicar su cultura

•El acceso a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación favorece la autorepresentación de los grupos étnicos para recuperar sus costumbres y cultura


Susana Castillo Lagos

Lejos de ser un proceso unilineal y homogéneo, la globalización ha permitido a los grupos étnicos configurar nuevas identidades y reivindicar su cultura, sostuvo Jaime García Leyva, doctorante en Antropología Social y Cultural por la Universidad Autónoma de Barcelona.

“En los procesos a microescala se retoman elementos de diversos grupos culturales, tendencias y contextos que los van configurando para lo que les sirven y que les permiten tener una postura o un lugar dentro de un espacio sin olvidar lo propio.”

Dijo que el acceso a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación favorece la autorepresentación para recuperar –y preservar– sus costumbres y cultura. Como ejemplo, muchos grupos étnicos utilizan su lengua para autonombrarse: “Ya no somos huastecos, somos tének”.

Y, junto con aquellos eventos comunitarios o expresiones que consideren más significativas, lo graban con videocámaras para después “subirlo” a Internet: “Son mensajes elaborados y distribuidos por ellos mismos, es una tendencia dentro de las poblaciones del México rural para revitalizar su propia lengua o costumbres”.

Opinó que la globalización también está contribuyendo a que de los grupos étnicos emerja un sector letrado con acceso a espacios universitarios o de educación superior.

“Esto les ha permitido reflexionar profundamente sobre su propio papel, y un poco combatir todo ese racismo a nivel lingüístico, tener ciertas posturas reivindicativas que a veces no tienen que ver con la lucha social o contra el Estado, sino con la vida cotidiana.”

Lejos de criticar los efectos negativos de esa exposición a otros contextos, consideró necesario entender cómo, por qué y para qué utilizan las prácticas culturales externas a su comunidad.

García Leyva comentó que así como la migración puede provocar un desapego, una desvinculación de las responsabilidades comunitarias, o incluso una transformación cultural de las conductas, pautas, actitudes, y del lenguaje de la gente, también propicia mayor vinculación con su población.

“En el caso de las comunidades indígenas hay una vinculación directa con las responsabilidades comunitarias para participar en faenas, apoyar la compra de instrumentos musicales, construir iglesias o comisarías.”

Asimismo, expresó, existen algunos grupos étnicos que al llegar a otra ciudad, dentro o fuera del país, empiezan a crear redes sociales u organizaciones que les permiten integrarse con mayor fuerza: “Esto no los exime de entrar en contacto con influencias o elementos culturales externos, lo interesante es ver cómo se van apropiando y resignificando de ellos”.

Jaime García Leyva estuvo en la Universidad Veracruzana (UV) invitado por el Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC).

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